Biografía

Conocida como «Madre Clarita»

(Pbro. Alberto Barrios Moneo. Claretiano)

La Fundadora de las Carmelitas de San José es salvadoreña, de San Miguel, donde nace en 1857. En el nombre que le imponen el día de su Bautizo, 31 de octubre de 1857, Clara del Carmen, hubiera leído cualquier «vidente» de media estatura su porvenir. Será Fundadora, como Clara de Asís, en cuyo día abre los ojos a este mundo, y de un Instituto Carmelitano, las Carmelitas de San José.

Ella – Clara – envuelta en una pobreza efectiva y afectiva, particularmente fue raptada por su propio padre Daniel Quirós, cuando contaba con tres años. Se sabe que su madre – Carmen López- la casa con un hombre que frecuentaba la casa – Félix Alvarado – que se firma «Profesor de Ciencias y Letras», pero que resulta un incompetente para la vida. Con solos quince años Clarita desconoce la sicología varonil. Fue aquella boda un fracaso de la mamá y una irresponsabilidad de Félix. Pasa la vida en Nueva San Salvador. Llegaron sus seis hijos. Los dos últimosvolaron pronto al cielo.

Lo grande de esta mujer es que – abandonada por su esposo – se inclina por su Dios, que es Amor, por su Hijo Jesucristo presente en la tierra en la Eucaristía, el Sacramento del Amor, y por la Madre de Jesús bajo la tierna advocación de los Dolores, que secaría sus lágrimas, y del Carmen, la Madre que la recibe el día de su Bautismo.

Es su gran acierto volver a encontrar el AMOR con mayúsculas, en Dios y en su Madre, en recompensa de otros muy tiernos y humanos para una mujer, nacida para ser amada.

En 1873 se alista a la Cofradía del Carmen; en 1887 toma el hábito de la Tercera Orden; en 1889 profesa como Hermana y es la única que emite la profesión Carmelitana de entre los centenares de Hermanas y Hermanos que se citan en el catálogo de la Asociación, lo cual descubre la altura de sus ideales y la seriedad de su incorporación a la Tercera Orden, asumida radicalmente. Su futuro Carmelitano se proyecta en el horizonte.

No falta en su alma un amor entrañable a la Madre Dolorosa, ante cuyo corazón destrozado necesita recogerse. En diferentes años aparece como la Tesorera de la Cofradía fundada en 1884 en Nueva San Salvador.

Siempre alegre, serena y jovial, a pesar de duras pruebas, no duda en ceder ante las insinuaciones del Arzobispo Antonio Adolfo Pérez y Aguilar, para que ceda su casa a los Jesuitas, que llegaban a mesa puesta, desconociendo, éstos y aquel, la galantería con una dama, porque la pobre Clara aporta mucha plata en rehacer el mismo convento de Belén mientras la ínclita y poderosa Compañía de Jesús encontraba casa e iglesia del Carmen compuestas y la víspera de Santa Teresa, 14 de octubre de 1916, comienza la andadura de su Congregación Carmelitana y, en medio de mil privaciones, se dedica con sus hijas a las niñas pobres, huérfanas y marginadas, a las señoras solas y abandonadas, a los enfermos a domicilio solos. La exquisita experiencia de soledad y de abandono, que siente a lo largo de su vida seglar, la lanza a aminorar esta lacra social de la mujer postergada por los hombres

El Proceso Diocesano de la vida, virtudes heroicas y fama de santidad de la Sierva de Dios Madre Clara María de Jesús Quirós se llevó a cabo en El Salvador del 4 de noviembre de 2004 al 13 de diciembre de 2005. Toda la documentación del Proceso fue enviada a Roma a través de la Nunciatura Apostólica de El Salvador el 16 de enero de 2006. Y la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos emitió el Decreto de Validez del Proceso Diocesano el 31 de octubre del 2008.